Estoy pensativa y no puedo hacer dos kosas a la vez, así ke me azoto
kon fuerza y sin apuro. Me hundo en las profundidades y no entiendo
nada. Vuelvo a renacer en agua, en "Agua Viva" si se tratara de Lispector.
y akí estamos las dos, la marea y yo. Los pasajes de Virginia Woolf y
la tormenta ke se akumula en un vaso a medio llenar. Desbordo,
me desdoblo en un llanto profundo ke se explika en sí mismo. Me pilla
la tarde, el sol se eskonde y kon él se van mis lágrimas komo charkitos
ke hicieron zurkos en la arena ke ahora se mueve de norte a sur, de este a oeste,
amorfa, heterogénea komo yo. Tan pura y a veces tan rebelde. Tan amante y tan bandida.
La luna se asoma junto a la primera estrella, aparece una segunda ke me rekuerda a ti.
El cielo se empapa, se ilumina, nos ve nacer. Y yo ke me dejo llevar de la mano tuya,
y ahora ke somos dos me alegro, ke el tiempo ya dikto sentencia y nos llega la media noche,
y me dejas sola, y yo ke danzo kon el viento y la marea, ke kanto a la luna y al sol, a los días lluviosos, ke kanto kon fuerza y sin apuro, me dejo guiar por la marea ke azota mi kuerpo ke es uno al verte acerkarte a mi estruktura kon tanta naturalidad. Y los dos somos las olas, el mar, la arena y la kanción de luna. Los dos somos poesía y novela, amantes y bandidos. Olas ke azotan este mar ke desborda en amor, en polvo de estrellas.
2 comentarios:
hola Moni
que lindo tu blog!
Muy vos, como siempre.
besoss desde BA!
Me gustó eso que el cielo te empape.
Y tu escena final me recordó a una canción que hay acá, sobre la poeta Alfonsina Storni, que se suicidó entrando al mar, fijate si la encontrás, se llama "Alfonsina y el mar". Más allá de este final trágico pero tan poético e intenso, la escena romántica tuya me lleva para otros lados, así, como vos, tan alegres e intensos.
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